Adriana Mercedes González Villarroel

Adriana Mercedes González Villarroel tenía diecisiete años de edad al momento de ser capturada por el lente de la cámara fotográfica y publicada por la revista Detective, de la Policía de Investigaciones, en su sección Galería de Delincuentes. Ladrona doméstica y de alias “La Choca”, el rostro de la joven criminal quedó inmortalizado para siempre en la trama impresa de esta fotografía, donde además se detallan sus atributos físicos y el monto de los robos ya cometidos. 

La imagen tramada de La Choca en la revista Detective fue utilizada por Eugenio Dittborn en un amplio repertorio de obras de arte, generalmente sobre formas modulares cuadradas de cartón piedra. Tal es el caso las agrupaciones verticales a tres rostros, con ejercicios primarios de escritura a mano alzada encima de la imagen, o de la obra Con todas las de la ley. En ambos casos, “repetidas en vano” es la mano escritura que se dispone sobre la fotografía de Adriana Mercedes González Villarroel. 
Además de estas obras, La Choca aparece serigrafiada en la portada y contraportada de la publicación Sin título (Re-edición Final de pista y Estrategias y proyecciones de la plástica nacional sobre la década del ochenta), cuya materialidad también es el cartón piedra y su imagen igualmente se reproduce en una de las páginas de Fallo fotográfico, fotocopiada junto a una cita de Ronald Kay referente el ingreso de la fotografía a la prensa masiva, el tramado de la misma para aquellos fines y la sanción colectiva.

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