Berta Espinoza

En un paseo dominical durante 1975 por el mercado Persa de Santiago, Eugenio Dittborn adquirió un ejemplar en desuso de la revista Sucesos, publicada en abril de 1927. De allí extrajo, reprodujo y transfiguró la sección “Persiguiendo a las alegres comadres”, quienes pasarían a formar parte del repertorio iconográfico del autor. 
Así, podemos observarlas en diversas obras y publicaciones. Una de las que más llama la atención es la pintura al óleo JAPI BERTZDEI CHUMINGO OSORIO, elaborada un año después del encuentro de Dittborn con esta imagen de Sucesos, en 1976. En aquel trabajo, observamos la transfiguración del rostro de Berta Espinoza, devenido en una comensal de aquella mesa de cumpleaños, junto a Condorito y el mismo Chumingo Osorio. Destacamos dicha pintura ya que no era usual que Eugenio Dittborn incluyera a estas fugitivas en sus trabajos por aquel periodo de producción artística. De hecho, el rostro de Berta Espinoza se asoma en obras como Reinas, que aparece en el catálogo de N.N.: aUTOPsIA (Rudimentos teóricos para una visualidad marginal), de la fallida exposición en el CAYC de Buenos Aires en 1979 y que luego sí se exhibió en la Galería La Trinchera en Caracas, el año 1980; así como también en Poesía, costura, proxenetismo y caligrafía, expuesta en el Segundo Salón Nacional de la Gráfica en 1980, organizado por la Universidad Católica en el Museo Nacional de Bellas Artes. Igualmente, es importante mencionar que el libro de artista Un día entero de mi vida (1981) “está dedicado íntegramente a la memoria fotográfica de la proxeneta chilena Berta Espinoza”, tal como se anuncia en una de sus primeras páginas.

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